sábado, 6 de octubre de 2007

Interruptus VI: Imitación

Casi todos nos hemos preguntado alguna vez si realmente somos distintos de las otras especies de animales con las que compartimos este planeta, si hay "algo" que nos diferencia como seres humanos. A fin de cuentas, nuestra "envoltura" y nuestros componentes son iguales: agua, ácidos nucléicos, proteínas, azúcares, etc. Todo organizado en pequeñas unidades para formar células, que a su vez se pueden organizar en tejidos, para originar órganos y sistemas (circulatorio, respiratorio, digestivo...). Pero podemos "palpar" o intuir que hay algún tipo de diferencia con respecto a un perro, un simio o un delfín. Este tema ha sido objeto de discusión y polémica desde que tomamos conciencia de nosotros mismos, miles de años atrás. Ha originado conceptos como "alma", "conciencia", "inteligencia" o "espíritu", entre otros. Pero sigue siendo una cuestión no resuelta, y no hay una sóla respuesta contundente y definitiva al respecto.

Leyendo "La máquina de los memes" de Susan Blackmore, he tropezado con una explicación que teníamos delante de nuestras propias narices, pero al estar tan habituados a ella, no le habíamos prestado atención. Se trata de la imitación. Somos el animal imitador por naturaleza. Lo hacemos continuamente. Desde el momento en que nacemos y tenemos apenas unos pocos meses de vida, comenzamos a imitar a nuestros padres: gestos, sonrisas, expresiones. Continuamos creciendo, e imitando a los que nos rodean: familiares, amigos, famosos... Y no es algo fácil de hacer. Intenta alguna vez imitar alguna acción simple que haga un compañero, un gesto o un movimiento, y piensa sobre lo que imitar eso tan sencillo implica para nuestro cerebro: decidir qué posturas tomar, cómo se verán desde perspectivas distintas..., en definitiva un proceso de abstración realmente complejo. ¿Te imaginas la dificultad para imitar una coreografía de baile (de hecho para algunos nos resulta algo casi imposible)? En realidad, somos los únicos animales que imitan. Somos imitadores natos. En ningún otro animal se ha llegado a observar esta capacidad, o al menos no con este grado de complejidad (es cierto que algunos animales pueden "imitar", pero no es una imitación "real", como la hacemos nosotros).

¿Será, pues, la imitación lo que realmente nos diferencia del resto de los animales? Una respuesta afirmativa encierra grandes implicaciones, más de las que seguramente nos podamos imaginar, pero que engloban en muchos casos a nuestro cerebro, los memes y la evolución. Y sobre todo implica una evolución en otro sentido, distinta de la biológica (aunque darwiniana), y por tanto distinta de la que siguen el resto de las especies animales.

4 comentarios:

Abdul Alhazred dijo...

Pues yo no lo veo nada claro, ¿eh? Es decir, la idea que he tenido siempre es que el elemento que nos diferencia de los demás animales (aunque a algunos no se les note demasiado) es la conciencia de nuestra propia existencia, el reconocernos en un espejo. Pero aparte de esto, eso de que somos los únicos que imitamos con complejidad no lo acabo de cuadrar. Hay una comunidad de simios en las que, hace un tiempo, uno de ellos tuvo la genialidad de utilizar un palo de madera para pescar. El resto de los monos, viendo que funcionaba, siguieron sus pasos. Los osos polares (y e imagino que gran parte de los animales depredadores) aprenden a cazar viendo a su madre. Los loros imitan nuestra voz (aunque ésta sea una de las imitaciones más vacías, pues no tienen ni idea de lo que andan haciendo)... No sé yo, no sé yo...
Por cierto, lo de las banderitas hay que pagarlo a partir de los primeros 20 días o así, ¿no?
Salu2

J.

Rompememes dijo...

No es lo mismo. Lo que hacen los monos en el caso que comentas, o lo que hacen los pinzones que aprenden a abrir las botellas de leche, es un "aprendizaje social", que consiste en aprender algo DEL ENTORNO a partir de la observación. La "imitación" consiste en aprender algo DE UNA CONDUCTA por medio de la observación. El problema es que se hace un mal uso de la palabra "imitar". Cuando el mono "copia" la idea del palo para pescar termitas, debe crear una nueva conducta para hacerlo. Nosotros no creamos una nueva conducta: directamente la copiamos. Y estoy deseando llegar a la parte del libro que trata sobre la "conciencia" y el "yo"...

Y lo de las banderitas creo que es libre la opción básica. Si quieres pagarlo tienes luego más cosas para poner.

Anónimo dijo...

Siento discrepar totalmente.Los animales aprenden muchisimas de sus funciones por imitación.Hay estudios que ponen de relieve que un macho criado solo con hembras de su misma especie no sabe copular,porque no lo ha podido aprender de otros machos,aunque el instinto lo tiene (creo que los tios os pasaría igual,pero ahí están las porno pa "solucionaros" a vida).Y como esto,mil cosas más.Los animales no son solo instinto.En sus compaortamientos hay mucho de aprendizaje por imitación (de hecho está catalogado como una forma de aprendizaje).

Rompememes dijo...

Pingu, lee de nuevo más despacio mi comentario anterior. Vuelvo a repetirte que la imitación propiamente dicha es característica de los humanos. Cuando se habla de imitación en animales, el término no se está empleando correctamente. Y yo no he dicho que los animales sean sólo instinto. Por supuesto que aprenden, y utilizan también el aprendizaje por ensayo-error.