domingo, 27 de enero de 2008

Interruptus XVI: Lágrimas en la lluvia

Por fin, acabo de ver el montaje final de Balde Runner. Mientras escribo esto, aún resuenan en mis oídos las últimas palabras de Roy Batty y el portazo final del ascensor, que da paso a las primeras notas del famoso tema de Vangelis. Y aunque me sigue gustando la voz en off de la versión estrenada en el cine, desde luego prefiero el final elegido por el director, menos comercial y más dramático, más real.

Cada vez que veo esta película otra vez, encuentro algo nuevo, alguna frase, algún detalle que se me había pasado. Y esta vez, la he visto desde una nueva perspectiva, la de la memética, lo cual me ha enriquecido más al añadir un punto de vista adicional. En primer lugar, el problema de fondo de los replicantes es precisamente su carencia de memes. No tienen recuerdos, no han desarrollado una personalidad estable, un memeplex, que les permita soportar sus emociones. Por eso enloquecen con el tiempo, y la Tyrell Corporation decidió limitar su existencia a cuatro años. Pero aquí surge el nuevo inconveniente: en esos cuatro años son capaces de llegar a crear una personalidad, un esbozo de "yo", toman conciencia de su individualidad y de su existencia. Y no quieren morir. No tan pronto. No sin descendencia. No sin replicarse. Se vuelven "más humanos que los humanos", como reza el lema de su creador, el Dr. Eldon Tyrell. Y Roy Batty nos lo confirma con su último meme, que se ha convertido en todo un clásico, quizá lo único que consiguió replicar para la posteridad: ninguna de sus experiencias, ninguno de sus recuerdos, nada de lo que ha aprendido, ninguno de sus memes en definitiva, tendrá continuidad. Todos morirán con él. Todos los replicantes, los genéticos, los meméticos y sus compañeros de odisea, terminan sus días con Roy Batty.

Es en esos últimos minutos, en los que la vida se le escapa de entre los dedos, cuando Roy Batty aparece ante nuestros ojos como un semejante, como un humano. Como diría un buen amigo mío (mi hermano memético), Roy Batty se vuelve recursivo: nosotros nos identificamos con él y él se identifica con nosotros, se convierte en un espejo en el que nos podemos reflejar. Y a través de la tristeza que despierta su tragedia, en el fondo lloramos por nuestro final, porque también nosotros nos perderemos en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de vivir.

miércoles, 23 de enero de 2008

Interruptus XV: Paranoias y conspiranoias

Seguro que todos hemos escuchado alguna teoría conspiratoria, al menos una vez. Hay algunas que resultan totalmente increíbles (al menos para la mayoría de la población), pero se transmiten como algo divertido y/o curioso, lo que los convierte en buenos memes durante un tiempo (mientras dure su gracia). Entre ellas podemos encontrar la que niega que Neil Amstrong (& Co.) haya pisado la luna, que la cienciología maneja Hollywood, o que el pollo frito causa esterilidad en hombres afroamericanos. De verdad, las anteriores son sólo un ejemplo, podéis consultar más aquí, o si no domináis el inglés, en este otro enlace.

Esto ha llevado a que se utilice el término "teoría conspiratoria" de una forma peyorativa o despectiva, para desacreditar teorías o hechos que desenmascaran o apuntan realmente hacia "conspiraciones" reales. Desde luego, no pretendo con esto justificar cualquier indicio de conspiración. Pero recuerdo que leí (o escuché) alguna vez que hoy día la cuestión no es si estás paranoico, sino cuánto de paranoico estás. O lo que es lo mismo, hasta dónde estás dispuesto a creer en una teoría conspiratoria. Hace años, jamás me hubiera planteado que pudiera haber grupos o entidades que tengan las riendas o tomen decisiones que nos afectan a muchos (como la comisión trilateral, o el grupo PRISA). O sencillamente, no me lo hubiera creído. Pero creo que algo cambió cuando vi la película JFK.

A lo largo de los años, me encontré después con hechos históricos que apuntan hacia la existencia de este tipo de conspiraciones, en las que unos pocos deciden sobre el destino de muchos. Un ejemplo conocido es la del hundimiento del acorazado USS Maine, que sirvió como excusa para la implicación de EE.UU. en la guerra de Cuba. Queda a vuestro criterio (y a vuestro grado de paranoia) decidir sobre la veracidad de este tipo de historias. Pero lo que a mí más me preocupa no es lo que he leído, sino la experiencia directa que he tenido con la gente que me rodea en las luchas por el poder y el control, en algo tan nimio como la investigación. Si esto es así sólo por un poco de financiación para investigar, me puedo hacer una idea (seguro que demasiado pequeña) acerca de lo que será cuando estén en juego grandes fortunas y mercados. Y por mucho que me insistan, no me creo que los miembros de la comisión trilateral se reúnan para tomar unas copas y charlar sobre golf.

Como despedida, aprovecho para recomendaros un magnífico libro de Umberto Eco, que es en definitiva una sátira sobre las teorías conspiratorias: El péndulo de Foucault.

domingo, 20 de enero de 2008

Interruptus XIV: Ya estoy aquí

Y van dos meses desde la última vez que actualicé el blog. Lo siento, demasiado tiempo, pero cuando las cosas se lían, se lían de verdad, y como escribían en Microsiervos "Esto no es Star Trek, tío: no va a producirse una alteración en el espacio-tiempo por saltarse una norma", pero es que las alteraciones en el espacio-tiempo se producen solas.

Éste parece que va a ser el año de las asociaciones y las siglas. Ya estoy metido en tres: MCRC, AACTE y ANIRC, con sus correspondientes listas/foros de discusión, y además, en más de una me están "enreando" para que no me limite a ser asociado, sino miembro activo (también tengo que decir que no me gusta ser asociado pasivo, e intento implicarme en la medida de mis posibilidades).

Como suele ocurrir, tengo muchas cosas previstas para comentar en el blog, entre ellas seguir con las tiras de Rompememes, tratar temas de ciencia, política y filosofía, y además, alguna entrada que quiero dedicar próximamente a Blade Runner. He añadido algunos banners nuevos al principio del blog: como estamos en pleno "meollo" electoral, hay que empezar a contrarrestar el lavado de cerebro y la transmisión de memes por parte de los partidos y los medios de comunicación (aunque me temo que los que pasáis por aquí no necesitáis estas vacunas). La noticia más inmediata es que ya están editándose los números cero del Diario de la República Constitucional. De momento sólo están saliendo dos números de prueba semanales (martes y viernes), pero esperamos que en un futuro cercano, además de comenzar con una edición de números definitivos, podamos llegar a una edición diaria de lunes a viernes. Podéis consultar los números cero anteriores en la hemeroteca.

Y por último, recomendar una entrada reciente de Sueños en la casa de la bruja. Es un ejemplo magnífico de la transmisión de memes erróneos a lo largo de los siglos ;)