miércoles, 18 de febrero de 2009

Interruptus XLIII: La Justicia en paro

Hoy está convocado el paro judicial. En el Diario de la República Constitucional se ha editado un número dedicado a este tema, al que he contribuido dentro de mis posibilidades (y escasos conocimientos judiciales). Reproduzco a continuación mi aportación a esta edición (18-02-09):

JUSTICIA DES-EMPLEADA

La Justicia está en huelga. Y los empleados del Ministro de Justicia, también. Poco importa la chispa final que ha encendido esta hoguera en la judicatura. El colectivo de trabajadores del Ministerio de Justicia ha saltado como un resorte y ha convocado un paro para el día de hoy.

Y es que la situación se está haciendo cada vez más insostenible entre los profesionales del derecho.

Durante años han tenido que aguantar y padecer, junto a los demás ciudadanos de este país, injusticias y tropelías cometidas a manos de los detentores de los poderes Legislativo y Ejecutivo. Casos como el linchamiento del juez Gómez de Liaño; pantomimas como los juicios del GAL o del 23F; promulgación de leyes sobre maltrato que eliminan la presunción de inocencia y dejan al 50% de la población indefensa; leyes de paridad que no igualan, sino que acentúan los enfrentamientos entre sexos; fallos del Tribunal Supremo que obligan a los padres a aceptar el adoctrinamiento ideológico de sus hijos… Han tenido que actuar como el brazo ejecutor de la cabeza totalitaria enquistada en el Estado. Si a eso se le añaden unas malas condiciones laborales, la conflagración tenía que originarse, antes o después.

Lo decepcionante de este paro judicial sería que todo quedara relegado a unas reivindicaciones laborales, por muy legítimas que puedan ser, y al olvido después de conseguir unas pocas prebendas.

Quizá los encargados de aplicar las leyes deberían plantearse su protesta de otra forma. Podrían tener más éxito en sus reivindicaciones si aplicaran realmente esas leyes, empezando con la Carta Magna. Bastaría con hacer cumplir el artículo 67.2 para declarar todas las leyes inconstitucionales [1, 2] y que el sistema saltara por los aires.

Es posible que la huelga de los empleados del Ministro de Justicia se solucione en poco tiempo. Pero la huelga general de la Justicia, no. La Justicia está en paro desde hace más de 30 años. Ni siquiera ha tenido un contrato temporal, ni una beca. Le dieron el finiquito las cortes legislativas autonombradas constituyentes en 1978. La Constitución fue su carta de despido.

jueves, 12 de febrero de 2009

Interruptus XLII: ¡Felicidades, Darwin!

Hoy se cumplen 200 años del nacimiento de Darwin. Mi pequeño homenaje al que ha sido "canonizado" por la Iglesia del Virus es en la forma de texto que viene a continuación, que publiqué en el Diario de la República Constitucional (edición del 11-02-09):


EL ORIGEN DE LAS IDEAS

Sin duda, la contribución de Darwin con sus estudios sobre el origen de las especies ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de la biología y otras disciplinas afines en el último siglo. Su teoría de la selección natural es la base de la síntesis evolutiva moderna, que ha logrado conectar el mecanismo de evolución (la selección) con la unidad de la misma (los genes).

Esta selección natural es la responsable de que las características más favorables en un ambiente sean transmitidas a nuevas generaciones, mientras que las más desfavorables disminuyen su frecuencia (o incluso desaparecen). Para que esto ocurra, es necesario que exista una información que puede ser copiada y almacenada (los genes), y variación en esa información para que actúe la selección.

Pero este principio de la selección natural no sólo se puede aplicar a los genes. En las últimas décadas se han desarrollado una serie de corrientes de pensamiento englobadas dentro de lo que se conoce como el Darwinismo universal, y que sostienen que el algoritmo que implica variación, selección y retención de la información, puede ser aplicado a otros campos del conocimiento aparte de la biología. En las ciencias sociales se han encarnado fundamentalmente en la sociobiología y en la memética. Ambas sostienen que la información cultural (memes) se transmite y mantiene por un proceso de selección natural: las mejores ideas, canciones, obras de arte, etc., se extenderán entre la población en detrimento de las peores. Pero siempre considerando el ambiente que las rodea, que determina si la selección será a favor o en contra.

En un ambiente de consenso entre oligarquías políticas y de control de éstas sobre los medios de comunicación, la presión de selección va en contra de las ideas que promueven la libertad de los ciudadanos y el control de los mismos sobre sus gobernantes, y a favor de la servidumbre voluntaria. Se corre el riesgo de alcanzar una uniformidad “memética” en la población y de que desaparezca la diversidad de pensamiento. En este caso, los efectos sobre la sociedad civil serían desastrosos cuando se produjera un cambio en el ambiente, del mismo modo que las alteraciones medioambientales pueden ser letales para una población genéticamente uniforme.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Interruptus XLI: La emocionante vida del investigador español

Este artículo se publicó en dos entregas en el Diario de la República Constitucional (ediciones del 02-02-09 y 04-02-09). Por medio de un pequeño relato ficticio (pero basado en hechos muy reales), he tratado de desbaratar el romántico meme que envuelve la vida del investigador (reflejado en la cita de Mark Twain). Es más duro cuando la propia experiencia (al menos en España) destruye ese meme.

INVESTIGAR POR UN DÍA

¿Qué es lo que nos proporciona el más noble placer? ¿Qué es lo que más que ninguna otra experiencia hace que el pecho de un hombre se infle de orgullo? ¡El Descubrimiento! Saber que caminas por donde nadie antes ha caminado; que estás contemplando lo que nunca antes ningún ojo humano ha contemplado; que estás respirando una atmósfera virgen. Dar a luz una idea, descubrir un gran pensamiento...” (Mark Twain).

Mark Twain en el laboratorio de Nikola Tesla

Hoy ha llegado un poco más temprano de lo habitual. Tiene que terminar la memoria del proyecto y cargarla en la aplicación telemática del Ministerio para que quede registrada la solicitud. Después, podrá entrar un rato al laboratorio y mirar algunas muestras en el microscopio confocal. Los resultados prometen ser muy interesantes y apenas puede esperar para confirmar las primeras observaciones que hizo seis meses atrás. Pero como es de esperar, la aplicación telemática no funciona. Un trabajo que debía de tardar escasos minutos se transforma en un suplicio interminable de más de dos horas. Llama al Ministerio, pasa por varios departamentos, y al final comunica con el servicio técnico de la web: el servidor está saturado y no saben cuanto tardará en arreglarse.

M
ientras tanto, Isabel ha venido a buscarlo. Ha tenido algunos problemas con los últimos experimentos, y parece que es por la rotura del equipo de purificación de agua. Aprovecha la hora del café para tratar el tema con ella. No parece muy profesional discutir sobre una tesis en la cafetería, pero al menos no molesta a los compañeros con los que comparte el despacho. A ver cómo pueden solucionar lo del equipo: el poco dinero que queda del proyecto no puede dar para reparar el purificador y renovarle a Isabel su contrato a tiempo parcial para que termine la tesis. Dejará las muestras del confocal para después del café.

Al volver, el servidor del Ministerio sigue caído, pero parece que ha recibido un e-mail urgente desde el servicio de investigación. Le comunican que el informe sobre la ayuda a la investigación concedida el año pasado no ha sido entregado en la fecha requerida, por lo que debe devolver el importe de la misma. Debe haber un error, el informe lo había enviado con más de dos semanas de antelación para que lo firmara el representante legal de su institución. Al parecer, el presidente no firmó el informe dentro del plazo porque estaba de vacaciones en Perú. ¿Y ahora qué?

Isabel entra de nuevo: los alumnos esperan para la clase de prácticas. Tendrá que solucionarlo más tarde. La clase resulta decepcionante. Veinticinco alumnos en un laboratorio y sólo un microscopio. Imposible poder mantener la atención ni captar el interés de todos ellos. El año que viene las prácticas serán a base de fotografías proyectadas con audiovisuales. Al menos, así verán algo. Al final, uno de ellos se queda a preguntar si puede entrar como alumno colaborador y hacer algunas prácticas voluntarias, pues le gusta la investigación y trabajar en un laboratorio. Le dice que sí, pero mientras lo hace, nota como algo se le rompe por dentro. Las muestras siguen esperando en el arcón congelador, junto al microscopio.

Hoy toca quedarse a comer otra vez. Es urgente terminar con la aplicación telemática del proyecto y solucionar el informe de la ayuda. De vuelta en la cafetería, su amigo Andrés le comenta la última barrabasada del Ministerio: los becarios adjudicados a los proyectos hay que cofinanciarlos con parte del dinero del mismo proyecto. Andrés se está planteando renunciar al suyo. No puede mantener un becario y un técnico de laboratorio en esas condiciones. Para una vez que le asignan un becario…

Parece que ya se ha arreglado lo del servidor del Ministerio, pero el proceso de carga va muy lento. Sólo queda media hora para que acabe el plazo de la convocatoria, pero no puede hacer sino esperar. Mientras, vuelve a llamar al servicio de investigación, para ver cómo solucionar lo de la ayuda, porque el dinero estaba gastado casi antes de recibirlo. Tiene suerte esta vez: ha dado con una chica eficiente que le da algunas recomendaciones. Implicarán ciertos “chanchullos” y favores por parte del OPI, pero a fin de cuentas, ambos organismos dependen del mismo partido que ganó las elecciones: uno a nivel regional y otra a nivel nacional. Lo que peor va a llevar es tener encima que pedir favores y suplicar porque alguien no cumplió con su obligación en un determinado momento. Mañana se pondrá manos a la obra.

Ya se ha cargado la memoria del proyecto en la aplicación, pero ha salido un informe de error. Imposible saber si lo ha hecho a tiempo o no. Sólo queda esperar, y si reclaman desde el Ministerio, enviar toda la documentación en papel. A fin de cuentas, siempre la piden después en papel, se haya rellenado o no la aplicación telemática.

Es tarde. Las muestras deberán esperar hasta mañana. Tiene algo de tiempo antes de que se abra el plazo de la nueva convocatoria de acciones para la investigación internacional. Pero aún puede hacer una pequeña búsqueda bibliográfica, a ver qué novedades han aparecido en su campo de trabajo.

Tenía razón en su hipótesis. Los resultados preliminares apuntaban en esa dirección. Lástima que no tuvo tiempo para comprobarlos y ratificarlos. Ahora ya es tarde. El cuarto artículo en la lista de referencias bibliográficas de su búsqueda describía todo el proceso que él llevaba dos años tratando de completar. Lo habían realizado en tres meses.