jueves, 3 de noviembre de 2011

Interruptus LVI: Libertad Constituyente

Tenemos programa de radio: "Libertad Constituyente". Se puede escuchar en directo a través de internet en el enlace previo. Se emite de Lunes a Sábado de 8:00 a 10:30 de la mañana, y se repite por la noche de 00:00 a 2:30. En Madrid se puede sintonizar en la frecuencia 107.0, y los podcast se pueden escuchar y descargar desde la fonoteca del Diario de la República Constitucional. He añadido un gif animado con el enlace a la fonoteca a la derecha del blog.

martes, 10 de mayo de 2011

Interruptus LV: El día de los muertos votantes

Artículo publicado originariamente en el Diario de la República Constitucional
George A. Romero nos regaló en 1968 su ya clásica “Night of the living dead”. Desde aquel momento, el fenómeno zombi no ha hecho más que aumentar. No es necesario enumerar aquí la cantidad de películas y libros que se han dedicado al respecto. Incluso recientes series de televisión. Pero, ¿por qué esa fascinación por la no muerte? ¿Qué posee esa temática que tanto puede atraer a un sector de la población (entre los que me incluyo)?

Una posible razón es la capacidad de transformar misteriosamente lo que es en lo que no es, el hecho innegable en su negación, la muerte en no muerte. Casi todas las historias de zombis tienen como común denominador el desconocimiento de la causa que origina la transformación. Se dan pinceladas, insinuaciones, pero rara vez queda claro, entre otras cosas porque no puede haber una explicación racional para lo sucedido (en ocasiones se recurre a un origen sobrenatural, pero entonces el argumento pierde parte de su “encanto”).

La horda de zombis actúa por instinto, de forma pasional, sin detenerse a pensar sobre las consecuencias de sus actos. Les mueve su hambre de carne humana. Pero por muchos antiguos congéneres que devoren, su apetito jamás se ve saciado. Están condenados a la no satisfacción, al igual que a la no vida y a la no muerte.

Otro de los “encantos” de estos relatos es que siempre presentan a un reducido grupo de humanos, como si fueran los últimos reductos de ciudadanía y civilización, que deben sobrevivir a la amenaza zombi. Normalmente son ampliamente superados en número por los no muertos, están mal equipados, y no son héroes, sólo personas normales. Personas que no quieren dejar de serlo. A las que les aterra no sólo el hecho de morir, sino el haber perdido la certeza de que esa muerte es el descanso final: es transformarse, por un fenómeno inexplicable, en un muerto viviente. Vagar eternamente sin vida, sin conciencia, sin poder ser humano, ni siquiera en la muerte.

Por último, suele ser común que este pequeño grupo de humanos supervivientes tenga también conflictos. Se producen a menudo pequeñas rencillas, enfrentamientos, e incluso luchas que acaban mermando sus posibilidades de sobrevivir. El origen generalmente está en diferencias acerca del modo de enfrentar la amenaza. Sólo los pocos que permanecen unidos y trabajan en equipo tienen alguna posibilidad. Los que van por libre, o siguen caminos claramente erróneos, terminan alimentando a los zombis o uniéndose a ellos.

El 22 de mayo se desencadenará un nuevo día de los muertos votantes. Los colegios electorales abrirán sus puertas para tratar de transformar misteriosamente, con el acto de votar sin elegir, lo que es en lo que no es, el hecho innegable en su negación, la partitocracia en democracia. Una horda de zombis actuará por instinto, de forma pasional, movidos por un hambre de libertad que jamás será saciada. Están condenados a la no satisfacción, al igual que a la no libertad política. Las personas que no quieren dejar de serlo evitarán vagar sin libertad, sin conciencia, sin elegir, sin ser ciudadanos. Sólo la abstención activa puede enfrentar la amenaza, manteniendo la integridad moral y personal. Aquellos que sucumben a la tentación de las urnas, acaban alimentando a la horda o uniéndose a ella. Es más necesario que nunca recurrir a la guía de supervivencia zombi.

martes, 22 de febrero de 2011

Interruptus LIV: Carta abierta a No Les Votes

Publicada originalmente en el Diario de la República Constitucional


Estimados compañeros de No Les Votes:

Como ciudadano e internauta, hace bastante tiempo que mi intuición me dice que la revolución necesaria para que las cosas cambien en este país vendrá de la mano de internet. Ya hemos visto lo que ha ocurrido en Egipto, y lo que está sucediendo en otros países del mundo árabe. Cuando las situaciones comienzan a hacerse insostenibles para los ciudadanos, basta una pequeña chispa para que todo el descontento se inflame y arda en las mentes y corazones de la sociedad civil pidiendo un cambio. Y la red es la mejor herramienta de la que disponemos para coordinar y organizar los movimientos de ciudadanos que propicien tal cambio.

El detonante, en este caso, puede ser el descontento ante la Ley Sinde, que ha movilizado a la comunidad de ciudadanos presentes en internet en un frente común al sentirse estafados, ignorados y engañados por aquellos que dicen ser “sus representantes”. El fin que se persigue es muy loable: demostrar a los políticos apoltronados en su sillón que los que realmente mandan son los ciudadanos, y que ellos están al servicio de la sociedad civil, no al revés. Y que despreciar la opinión de esos ciudadanos les puede costar caro.

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos que se están comenzando a dedicar a la movilización de la sociedad civil para tal fin, el resultado devendrá estéril, fundamentalmente por dos razones:

1. No se está atacando la raíz del problema
2. La acción conjunta de los ciudadanos se está diluyendo en múltiples opciones finales, sin focalizarlas en una meta común

La raíz del problema, en este caso el desprecio de los partidos políticos hacia los ciudadanos, no es otra cosa que la consecuencia del sistema político actual: SINDE-mocracia. Algunos hace tiempo que lo venís intuyendo, otros empiezan a darse cuenta ahora, y muy pocos lo denunciaron en su momento hace más de treinta años, al comienzo de la Transición/Transacción. Lo que ha puesto de manifiesto la actuación de los partidos políticos mayoritarios con respecto a la Ley Sinde, frente a la comunidad de internet, es la absoluta falta de representación de los ciudadanos en las instituciones políticas, y la ausencia de una separación real de poderes que permita a la justicia poner coto a tales desmanes. Dos condiciones necesarias para que exista democracia formal: representatividad y separación de poderes. A esto hay que añadir la incapacidad de los electores de pedir cuentas a “sus representantes”: es imposible deponerlos. Una vez elegidos, se mantienen en su sillón lo que dure el mandato, cumplan o no las promesas electorales, ya que sólo deben obediencia a la cúpula del partido.

El meollo de la cuestión, por tanto, no es que los partidos mayoritarios hayan “consensuado” un acuerdo de espaldas a los ciudadanos para aprobar la Ley Sinde. El problema es que ése es el sistema de funcionamiento general en el estado de partidos actual, para cualquier ley. Las instituciones no son democráticas, y los partidos actúan de acuerdo a sus propios intereses particulares, no en respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Da igual que sean partidos mayoritarios o minoritarios.

En cuanto a las acciones a llevar a cabo para enmendar la situación, basta hacer referencia a la famosa cita de Julio César: Divide et vinces. En el momento que escribo estas líneas, la cantidad de adhesiones en la página web de NoLesVotes.com se aproxima a 300.000. Voy a poner un ejemplo que espero sea ilustrativo: si absolutamente todos ellos siguieran una misma recomendación, por ejemplo, votar a un determinado partido minoritario, dependiendo de dónde lo hicieran (en España no es cierto eso de “una persona, un voto”) dicho partido podría conseguir entre 1 y 6 escaños (ni siquiera se les llama “representantes”) según los resultados de las elecciones generales de 2008. Sí, habéis leído bien, hasta seis veces más dependiendo de dónde se reciban los votos. Supongamos que esas 300.000 personas pueden convencer a un millón en total para que voten a un mismo partido: según los resultados de 2008, podrían conseguir 2 escaños, como le ocurrió a IU. Creo que con esto hay suficientes datos para saber qué va a pasar cuando esa acción se atomice en distintas estrategias (distintos partidos, votos en blanco, votos nulos, abstenciones).

En definitiva, mi consejo es que hay que rediseñar la estrategia de No Les Votes. En primer lugar, siguiéndola al pie de la letra: No Les Votes, a ninguno. En un sistema proporcional y con semejante trampa, cualquier voto que entra en las urnas sólo beneficia a los partidos mayoritarios (no voy a entrar ahora a describir cómo funciona la ley d’Hont ni por qué los votos en blanco favorecen a los partidos mayoritarios en el reparto proporcional). Si se acepta jugar con dados cargados, las consecuencias son obvias: gana la banca. Pero si la gente deja de acudir a las mesas de juego, eso se nota enseguida. En el caso anterior, si se reuniera a un millón de personas para un mismo fin, pero en vez de votar se realizara una abstención activa, se podría subir el porcentaje de abstención enormemente, desde el 26% de 2008 hasta casi un 29%. Con sólo 1 millón más de abstenciones. Y superaría el 31% con 2 millones. Con esa cantidad de votos, con suerte se podrían conseguir 4 escaños en un partido nacional.

En segundo lugar, si 300.000 personas se reúnen en un mismo lugar para pedir la apertura de un proceso constituyente y cambiar las reglas de juego actuales por las de una democracia formal, sin llamar a siglas de ningún partido, sin representación de ideologías políticas, no sería necesario acudir a las urnas ni recurrir a la abstención: el sistema se derrumbaría por sí solo como un castillo de naipes, como ya hemos visto en Egipto, Túnez, y los países árabes que quedan por venir. Y podríamos elegir un sistema dónde los políticos estén realmente al servicio de los ciudadanos, con posibilidad de revocarles su mandato si no cumplen con su programa electoral o traicionan a sus votantes.

Sé que detrás de No Les Votes hay gente con bastante peso en la red y con conocimientos de Derecho y Política, como Enrique Dans y David Bravo, entre otros. Confío en que podáis de recapacitar sobe lo que he comentado en estas líneas, y que al igual que Wael Ghonim inició la lucha por la libertad política en su país sin saber la gran repercusión que tendrían sus acciones, no tengáis miedo de embarcaros en algo que es más grande que la lucha por una ley injusta, apenas una gota en el proceloso pantano legislativo e institucional que nos rodea.

miércoles, 19 de enero de 2011

Interruptus LIII: El árbol de la sabiduría

Artículo publicado originariamente en el Diario de la República Constitucional

Vi allí un árbol que era distinto de todos los demás, muy grande, bello y magnífico, el árbol de la sabiduría, los que comen de su fruto aprenden gran sabiduría.
(Libro de Enoc)

Hace pocos días se ha publicado el quinto informe INNOVACEF de la Universidad a Distancia de Madrid sobre el sistema de I+D+i español. Como (por desgracia) viene siendo habitual en este tipo de estudios, los resultados y las conclusiones no pueden ser más demoledores. En dicho informe se compara la confianza de nuestros jóvenes científicos en el sistema investigador del país con respecto a la de otros científicos españoles que trabajan en el extranjero, con el objetivo, entre otras cosas, de analizar la evolución de la fuga de cerebros que existe en España.

Una de las primeras cosas a destacar del informe, es que de la totalidad de los jóvenes científicos de nuestro sistema de I+D+i, casi la mitad (47’45%) se corresponde a investigadores predoctorales. Menos de un tercio (31’63%) son postdoctorales, poco más del 5% son investigadores titulares del sector público y otro 5% del sector privado, y sólo un escaso 0’51% corresponde a investigadores extranjeros desarrollando su labor en España. Todo ello pone de relieve la incongruencia de formar una gran cantidad de investigadores noveles para después no darles continuidad en el sistema de investigación nacional. Mal vamos si se pretende evitar la fuga de cerebros. Por el contrario, casi el 70% de los investigadores españoles en el extranjero son postdoctorales (frente a casi el 5% de predoctorales), y más del 14% son titulares del sector público o investigadores del sector privado (6’64%). Está claro que las oportunidades para dedicarse a la investigación fuera de España son mayores.

Estos datos son complementados por los indicadores que se desarrollan a lo largo del informe, en el que se pone claramente de manifiesto la desconfianza que existe entre los jóvenes científicos sobre el apoyo que van a recibir del sistema de I+D+i español: más del 66% señala que no se contratará nuevo personal para los proyectos de investigación en los que están involucrados (frente al 41% de los investigadores que trabajan en el extranjero), y el 62% no cree que su organización realice gastos específicos para la realización de dichos proyectos (12% en el extranjero). Además, cerca del 48% considera que los fondos recibidos no son adecuados para la realización de los proyectos y se perjudica la consecución de los objetivos (frente al 10% de los investigadores que trabajan en el extranjero). A pesar de todo ello, los jóvenes científicos españoles siguen confiando en que sus resultados mejoren aspectos sociales y/o medioambientales, y el único indicador del informe que alcanza una puntuación media (15’51 sobre un total de 30, frente al 19’42 para investigadores en el extranjero) es el que mide dicha confianza. Qué remedio, para seguir en la brecha del sistema de I+D+i español hay que estar comprometido con el trabajo que uno realiza, y convencido de que aporta mejoras de algún tipo al resto de la sociedad.

Los científicos españoles que trabajan en el extranjero, además, señalan tres diferencias fundamentales entre las condiciones laborales y personales con respecto a nuestro sistema de investigación: Los salarios son más elevados y no existen apenas períodos sin remuneración; estabilidad laboral y posibilidad de alcanzar un contrato indefinido tanto en el sector público como en el privado; mayor reconocimiento social.

El resultado final del informe, es que el sistema de I+D+i español recibe una puntuación total de 63 sobre un total de 150 (un índice de confianza del 42’51%), con todos los indicadores por debajo de las expectativas medias (Nuevos Desarrollos, Organización de personal, Mercados y Cooperación, Financiación) salvo el ya indicado anteriormente de los Resultados. Como contrapartida, el índice de confianza de los investigadores españoles en el extranjero es del 62’77% (puntuación total de 94), y todos los indicadores por encima de la media. Las expectativas, por tanto, para un investigador español en el extranjero superan con creces a las de un investigador que permanezca en el país.

Existen algunas enfermedades que atacan a especies forestales y que se denominan “seca”. Los árboles afectados comienzan por manifestar leves síntomas de sequía (aunque haya agua disponible en el suelo) durante un período de tiempo más o menos prolongado para, en un momento determinado, cuando se producen unas circunstancias medioambientales desfavorables, marchitarse completamente y morir. El árbol de la ciencia española hace tiempo que viene aquejado por dichos síntomas. El rebrote de los últimos años no ha sido más que un espejismo cuando se le ha aplicado una inyección masiva de agua y nutrientes (fondos), pero que no ha atacado la raíz del problema. Ahora, con la llegada de la sequía prolongada, las esperanzas de supervivencia son escasas, por no decir nulas. A pesar de todo, algunos seguiremos intentando salvar lo poco que quede, aunque sea un pequeño esqueje que más adelante pueda plantarse y crecer de nuevo en condiciones más favorables. “Tras todos estos años, veo que estaba equivocado con respecto a Eva. Es mejor vivir fuera del Jardín con ella, que en él sin ella.” (Mark Twain)