sábado, 27 de octubre de 2007

Interruptus X: YO v1.0

Hace pocos días que he terminado de leer el libro de Susan Blackmore "La máquina de los memes". Y desde luego lo recomiendo..., siempre que no os impresionéis fácilmente. En una entrada anterior, comenté el impacto que el cambio en los sistemas de referencia podía tener sobre nosotros, los seres humanos, y nuestra visión del mundo y el lugar que ocupamos en él. En los últimos dos capítulos del libro de la Dra. Blackmore, experimenté una terrible sensación de vértigo al asomarme al vacío. Pude sentir como si pequeños fragmentos del suelo que me mantenía a salvo en el borde del abismo se desprendieran. Y es que en esos dos últimos capítulos del libro se habla de algo que cuestiona nuestra propia existencia, de las preguntas que nos hemos formulado desde que tenemos uso de razón: se habla del "yo", del "yo" consciente.

Ahora, en frío, tras haber madurado un poco y asimilado lo que leí, puedo decir que lo que se planteaba al final me originó unas sensaciones muy similares a las que deberían de sentir los protagonistas de los relatos de Lovecraft al descubrir el horror cósmico que les acechaba. Y es que no es fácil asimilar que "eres" una construcción memética. Es como en la película Dark City, (o en Matrix para los más holliwoodenses) cuando el protagonista descubre que toda su vida es una ilusión (ojo, no que no sea "real").

Volveré sobre este tema más despacio en otra(s) entrada(s) (ahora sólo quería dejaros unas pinceladas), mientras me acostumbro al nuevo paisaje y el estómago vuelve a su sitio. Porque el problema cuando te has tomado la píldora roja, es que ya no te puedes volver a dormir para soñar con los Reyes Magos.

lunes, 22 de octubre de 2007

Interruptus IX: Manifiesto

YO MANIFIESTO:

1º.- Mi absoluto compromiso con la Declaración de Principios del MCRC por la República Constitucional.

2º.- Mi compromiso permanente con la verdad=libertad.

3º.- Mi compromiso absoluto por la democracia.

4º.- Mi negativa a participar en cualquier proceso electoral hasta el referéndum que haya de decidir la forma de Estado.

5º.- Mi total rechazo a la monarquía partitocrática.

6º.- Mi repudio a los partidos y sindicatos instalados en el Estado.

7º.- Mi enérgica oposición al sistema de representación proporcional.

8º.- Mi rechazo absoluto a los nacionalismos separatistas.

9º.- Mi compromiso por la unidad de España.

10.- Mi absoluta adhesión al pensamiento político de don Antonio García-Trevijano.

martes, 16 de octubre de 2007

Interruptus VIII: Memes en español

Para los que no dominen demasiado bien la léngua de la pérfida Albión, o para aquellos que reivindiquen una mayor presencia de nuestro idioma en la red, os dejo algunos enlaces que he encontrado en español relacionados con memes y memética. Como ocurre en todas estas cosas, no se trata de una lista exaustiva: ni están todos los que son, ni son todos los que están, pero podéis buscar más usando google.

¿Qué son los memes? Como indica el subtítulo, se trata de una introducción general a la teoría de memes. Es un buen artículo como base para introducirse en este mundillo, y pasar después a cosas más serias a partir de la bibliografía que cita.

Memelandia Una web dedicada a recopilar memes, ni más ni menos. Creo que es una tarea titánica, pero al menos se pueden encontrar algunas cosas curiosas en su "Diccionario de memes". En una línea similar (recopilar memes) podéis visitar Memes.

Consejos para hacer un buen meme Pues eso, algunos detalles útiles para tener en cuenta si alguien quiere diseñar un meme. Está orientado a diseñar memes para la red, pero en general podría aplicarse a cualquier tipo de meme.

Y por último, os dejo un meme recursivo y autoreferente: "Soy un meme"

jueves, 11 de octubre de 2007

Interruptus VII: Hay mucho sitio ahí abajo

En 1959, el futuro Nobel de física Richard Feynman daba una conferencia titulada "There's Plenty of Room at the Bottom". En ella hablaba sobre la posibilidad de manipular la materia desde su base más primordial: el átomo. Las implicaciones en juego eran muy grandes, ya que al poder estructurar y manipular unas unidades tan pequeñas, las propiedades físicas y químicas de los materiales resultantes podrían ser muy distintas a las conocidas y que se dan de forma espontánea. Ponía el conocido ejemplo de la ordenación de los átomos de carbono: según estén en una estructura u otra, tendremos grafito o diamante. Si eso lo extendemos a otros elementos químicos, ¿qué pasará al alterar las estructuras en las que se ordenan en la naturaleza?

Su charla fue como un pistoletazo de salida para la nanotecnología. Sentó las bases para dos aproximaciones de estudio nanotecnológico: las técnicas de abajo-arriba (bottom-up) y las de arriba-abajo (top-down). Y sobre todo nos descubrió la cantidad de sitio que nos queda por explorar ahí abajo, en la región del nanómetro.

La primera vez que tomé contacto con la palabra nanotecnología fue a través de un juego de rol ("Cyberpunk 2020") hace ya bastantes años, y poco después con la novela "Neuromante" de William Gibson. Era un concepto, una idea, que había quedado en mi memoria como algo fascinante, aunque perteneciente al género de la ciencia ficción, del mismo modo que la red virtual descrita por Gibson en su magnífica novela. Era algo que consideraba no llegaría a disfrutar en su apogeo, que con suerte lo conocería al final de mi vida, pero que sería cotidiano para mis nietos. Y hace un par de años, esa palabra se cruzó de nuevo en mi vida, pero esta vez en forma de proyecto de investigación, como algo tangible y real, con posibilidad de realización en pocos años. Y comenzé a leer de nuevo sobre el tema y buscar información: un abismo con nuevas perspectivas se ha descubierto a mis pies. Fascinante.

sábado, 6 de octubre de 2007

Interruptus VI: Imitación

Casi todos nos hemos preguntado alguna vez si realmente somos distintos de las otras especies de animales con las que compartimos este planeta, si hay "algo" que nos diferencia como seres humanos. A fin de cuentas, nuestra "envoltura" y nuestros componentes son iguales: agua, ácidos nucléicos, proteínas, azúcares, etc. Todo organizado en pequeñas unidades para formar células, que a su vez se pueden organizar en tejidos, para originar órganos y sistemas (circulatorio, respiratorio, digestivo...). Pero podemos "palpar" o intuir que hay algún tipo de diferencia con respecto a un perro, un simio o un delfín. Este tema ha sido objeto de discusión y polémica desde que tomamos conciencia de nosotros mismos, miles de años atrás. Ha originado conceptos como "alma", "conciencia", "inteligencia" o "espíritu", entre otros. Pero sigue siendo una cuestión no resuelta, y no hay una sóla respuesta contundente y definitiva al respecto.

Leyendo "La máquina de los memes" de Susan Blackmore, he tropezado con una explicación que teníamos delante de nuestras propias narices, pero al estar tan habituados a ella, no le habíamos prestado atención. Se trata de la imitación. Somos el animal imitador por naturaleza. Lo hacemos continuamente. Desde el momento en que nacemos y tenemos apenas unos pocos meses de vida, comenzamos a imitar a nuestros padres: gestos, sonrisas, expresiones. Continuamos creciendo, e imitando a los que nos rodean: familiares, amigos, famosos... Y no es algo fácil de hacer. Intenta alguna vez imitar alguna acción simple que haga un compañero, un gesto o un movimiento, y piensa sobre lo que imitar eso tan sencillo implica para nuestro cerebro: decidir qué posturas tomar, cómo se verán desde perspectivas distintas..., en definitiva un proceso de abstración realmente complejo. ¿Te imaginas la dificultad para imitar una coreografía de baile (de hecho para algunos nos resulta algo casi imposible)? En realidad, somos los únicos animales que imitan. Somos imitadores natos. En ningún otro animal se ha llegado a observar esta capacidad, o al menos no con este grado de complejidad (es cierto que algunos animales pueden "imitar", pero no es una imitación "real", como la hacemos nosotros).

¿Será, pues, la imitación lo que realmente nos diferencia del resto de los animales? Una respuesta afirmativa encierra grandes implicaciones, más de las que seguramente nos podamos imaginar, pero que engloban en muchos casos a nuestro cerebro, los memes y la evolución. Y sobre todo implica una evolución en otro sentido, distinta de la biológica (aunque darwiniana), y por tanto distinta de la que siguen el resto de las especies animales.

martes, 2 de octubre de 2007

Interruptus V: Parásitos

Seguro que todos hemos escuchado esa palabra alguna vez. Es posible que incluso en referencia a alguna persona (espero que no a ninguno de vosotros). Y desde luego en ese caso, las connotaciones son bastante negativas. El término se aplica a organismos que se benefician en detrimento de otros durante un período prolongado de tiempo. Es importante señalar que esa relación se mantiene en el tiempo, para excluir otros conceptos como el de depredador (un león no es un parásito). El ejemplo más cotidiano es el de esos pequeños insectos que suelen aparecer en las cabezas de los niños en el colegio: los piojos. Pero hay más tipos de parásitos, algunos de ellos bastante curiosos, como pueden ser los del reino vegetal. Hay plantas que son parásitas de otras plantas, podríamos incluso decir que son plantas “herbívoras”. Así que la próxima vez que veas muérdago, recuerda que es un parásito que se está alimentando a costa del árbol sobre el que crece.

Un buen parásito, generalmente no tiene interés en acabar con la vida de su anfitrión, sobre todo si se trata de un parásito obligado (que no puede subsistir sin el huésped). Por ello, si el parásito está bien adaptado a su víctima, le producirá algunos perjuicios, pero no tan graves como para ocasionarle la muerte. Sin embargo, hay parásitos que requieren de la muerte del huésped para continuar su ciclo vital, como algunas larvas de avispas (o alien, el octavo pasajero), o incluso para alimentarse. Pero en general, si consideramos las poblaciones tanto del parásito como del huésped, habrá número más que suficiente del segundo para permitir la existencia del primero, ya que si en algún caso la población de parásitos creciera demasiado, podría suponer el fin de ambas especies.

Algunos memes podríamos considerarlos como parásitos de nuestros cerebros, ya que pueden ser dañinos. Utilizan toda nuestra maquinaria cerebral para reproducirse y extenderse entre la población. Y el que mejor se adapta al ambiente que le rodea, mejores posibilidades de éxito tiene. También los políticos, como clase separada de la sociedad civil, pueden englobarse dentro de esta categoría.

Tíos listos los parásitos.