Hacía tiempo que no escuchaba música clásica. Fui consciente de ello a raíz de una entrada de los Sueños en la Casa de la Bruja, en la que se mencionaba el "Canon de Pachelbel". Así que me fui directamente a mi modesta colección de títulos clásicos, conseguida a través de esa maravilla de redes P2P. Y como no, comencé por el Canon, seguido del Adagio de Abinoni, el Ave María de Schubert, y muchas otras. La verdad es que mis conocimientos de música clásica dejan mucho que desear. O al menos, no se todo lo que me gustaría. Se limitan exclusivamente a los autores y obras más conocidas, y desde luego en este terreno le debo bastante a mi familia. Es curioso lo que uno llega a aprender, aunque sólo sean unas pinceladas, en el seno familiar. Pero es una buena base sobre la que continuar la búsqueda y el aprendizaje (sobre todo con la ayuda de internet).
No recuerdo si lo he comentado en alguna entrada anterior, pero la música es una de las mejores herramientas para construir memes de las que disponemos. Las cadenas de sonidos musicales se pueden transmitir vertical (entre generaciones) y horizontalmente (entre individuos coetáneos) con una facilidad y persistencia asombrosa. De hecho, la música es un componente esencial dentro de los memeplexes religiosos, pues ambos (música y religión) contribuyen a facilitar su replicación y contagio cuando actúan en connivencia. Y desde luego, cuando escuchas el Canon en el órgano de Notre Dame, das gracias, aunque sólo sea mientras dura la obra, por la existencia de las religiones que han permitido y favorecido esos memes. Aunque seas ateo.
Pero también es cierto que se puede utilizar la música para crear memes definitivamente molestos, y no me refiero sólo al Bulería de Bisbal y similares. A fin de cuentas, la música enlatada que se sirve en las radiofórmulas son memes diseñados para que se extiendan rápidamente, de forma horizontal, entre los cerebros de los oyentes. Pero están diseñados de forma que no persisten en el tiempo (menos mal). Es asombrosa la similitud entre este tipo de memes y los literarios (ver La cultura dePrisa), entre los Top 10 y los best sellers. ¿Será porque están diseñados por el mismo tipo de personas y con el mismo fin?
Pero como decía, no son esos los únicos memes musicales molestos. También se usan en publicidad, y el ejemplo más claro que se me ocurre es el de un viejo anuncio en el que un niño se dedicaba a llamar por teléfono y repetir la frase "Hola, soy Edu. Feliz Navidad". La clave me la dio mi hermano memético: lo pegadizo del anuncio no es la frase, sino el tono de la frase. En definitiva, la música de la letra. Al principio, a algunos les resultaba gracioso estar todo el día repitiendo la dichosa frasecita. Pero con el tiempo empecé a escuchar muchos comentarios que implicaban a Edu, Herodes y el Duque de Feria. Y seguro que todos recordáis también el "22" del Dúo Sacapuntas, ¿nooorrrl?
miércoles, 6 de febrero de 2008
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1 comentario:
La música la llevamos tod@s dentro. Da igual que sea clásica, rock, jazz, blues o regueton. El meme viene cuando la exteriorizas.
Salu2
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