jueves, 12 de febrero de 2009

Interruptus XLII: ¡Felicidades, Darwin!

Hoy se cumplen 200 años del nacimiento de Darwin. Mi pequeño homenaje al que ha sido "canonizado" por la Iglesia del Virus es en la forma de texto que viene a continuación, que publiqué en el Diario de la República Constitucional (edición del 11-02-09):


EL ORIGEN DE LAS IDEAS

Sin duda, la contribución de Darwin con sus estudios sobre el origen de las especies ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de la biología y otras disciplinas afines en el último siglo. Su teoría de la selección natural es la base de la síntesis evolutiva moderna, que ha logrado conectar el mecanismo de evolución (la selección) con la unidad de la misma (los genes).

Esta selección natural es la responsable de que las características más favorables en un ambiente sean transmitidas a nuevas generaciones, mientras que las más desfavorables disminuyen su frecuencia (o incluso desaparecen). Para que esto ocurra, es necesario que exista una información que puede ser copiada y almacenada (los genes), y variación en esa información para que actúe la selección.

Pero este principio de la selección natural no sólo se puede aplicar a los genes. En las últimas décadas se han desarrollado una serie de corrientes de pensamiento englobadas dentro de lo que se conoce como el Darwinismo universal, y que sostienen que el algoritmo que implica variación, selección y retención de la información, puede ser aplicado a otros campos del conocimiento aparte de la biología. En las ciencias sociales se han encarnado fundamentalmente en la sociobiología y en la memética. Ambas sostienen que la información cultural (memes) se transmite y mantiene por un proceso de selección natural: las mejores ideas, canciones, obras de arte, etc., se extenderán entre la población en detrimento de las peores. Pero siempre considerando el ambiente que las rodea, que determina si la selección será a favor o en contra.

En un ambiente de consenso entre oligarquías políticas y de control de éstas sobre los medios de comunicación, la presión de selección va en contra de las ideas que promueven la libertad de los ciudadanos y el control de los mismos sobre sus gobernantes, y a favor de la servidumbre voluntaria. Se corre el riesgo de alcanzar una uniformidad “memética” en la población y de que desaparezca la diversidad de pensamiento. En este caso, los efectos sobre la sociedad civil serían desastrosos cuando se produjera un cambio en el ambiente, del mismo modo que las alteraciones medioambientales pueden ser letales para una población genéticamente uniforme.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que es un poco fuerte el paso del darwinismo biológico al mental. Sobre todo porque hay algunas características de la corriente "perdedora" en esto de la evolución (el lamarquismo, por Jean Baptiste Lamarck) que podrían explicar de la misma forma el comportamiento social. A esto de la teorías científicas les pasa como a Hitler. Que intentan conquistar Polonia y Rusia apenas ven que les va bien con Austria.

El que firma los anónimos

Anónimo dijo...

Nota del anterior.-
El símil con Hitler está realizado a posta.

El que firma los anónimos

Rompememes dijo...

No se ha descartado que los replicantes del cerebro sigan un proceso evolutivo que implique también lamarquismo (date una vuelta por la web de Susan Blackmore). En realidad, eso no lo veo importante. Para mí, lo realmente importante es haber aplicado el principio de la selección natural, desarrollado por Darwin, a los replicantes mentales, no sólo a los biológicos. Abre nuevas perspectivas. Y desde luego, puede llevar a muchas conclusiones (buenas y malas, acertadas y erróneas). La eugenesia no es buena, y aplicada al conocimiento, tampoco. Es necesaria la diversidad de replicantes para tener plasticidad y poder afrontar cualquier situación futura.

(;,,;)

Anónimo dijo...

Uaaaaahhh, me aburroooooooo.
Mañana me decís cómo queda el Bétis, vale?

Salu2

Anónimo dijo...

Vale.
Darwinismo universal. Ciertamente, todo aquello que tiene vehículo biológico como estructuras variables a base de los mismos 4 ladrillos purínicos de siempre, tiene don antirretroviral o no lo necesita (priones), tiende a gobernarse por la estadística de impacto ambiental. Lo psicológico, cultural y social no tiene las mismas bases, por lo cual precisaría un paradigma Kuhniano totalmente diferente. Si bien es cierto, que la tontería a veces parece pura expresión de genes bobinos, y la conducta humana deja de serlo para ser mecanización conductual puramente "animal". Esta mecanización conductual sí parece estar a medio camino de poder usar explicaciones Darwinianas, pienso yo.
Lo cultural lo dejo a un lado por ser un tema diferente y merecedor de más tiempo